Eclipse fuimos tu y yo.
Así se fue haciendo en mi mente una idea preconcebida
cuando intente mirar dentro del espejos de la cocina,
vi solamente tu cuerpo y el mío sobre la mesa
tú acostado de espaldas sobre ella, tomabas mi mano
y yo sobre de ti, tomaba una a una bocanadas de aire
para mecerme a pies de tu entereza y formar un eclipse lunar.
La sombras nos hicieron tanto daño, que fue mejor parar aquel fuego
que brotaba de las entrañas de la tierra al cruzarse frente al sol.
La marejada fue tanta, que el mismo cielo se nublo de azul y gris
disterminando la soledad y el hambre en un mismo cielo.
Eclipse le llamaron los tontos, cuando vieron desde fuera nuestro encuentro,
Yo simplemente me reía por dentro, y gozaba los efectos de tu cuerpo.
Éramos uno y dos, unidos por la sombra de un deseo
y ni luna ni sol pudieron calmar las concesiones de tus besos.
Fuimos así, dos, tal vez tres si se me da la gracia de volver frío los sueños,
pero que va, esta noche, sobre nuestra mesa lo único vivo
fuimos tu y yo, y el eclipse lunar de nuestros cuerpos.
Lo demás fueron espejismos, hasta nuestros propios besos.
cuando intente mirar dentro del espejos de la cocina,
vi solamente tu cuerpo y el mío sobre la mesa
tú acostado de espaldas sobre ella, tomabas mi mano
y yo sobre de ti, tomaba una a una bocanadas de aire
para mecerme a pies de tu entereza y formar un eclipse lunar.
La sombras nos hicieron tanto daño, que fue mejor parar aquel fuego
que brotaba de las entrañas de la tierra al cruzarse frente al sol.
La marejada fue tanta, que el mismo cielo se nublo de azul y gris
disterminando la soledad y el hambre en un mismo cielo.
Eclipse le llamaron los tontos, cuando vieron desde fuera nuestro encuentro,
Yo simplemente me reía por dentro, y gozaba los efectos de tu cuerpo.
Éramos uno y dos, unidos por la sombra de un deseo
y ni luna ni sol pudieron calmar las concesiones de tus besos.
Fuimos así, dos, tal vez tres si se me da la gracia de volver frío los sueños,
pero que va, esta noche, sobre nuestra mesa lo único vivo
fuimos tu y yo, y el eclipse lunar de nuestros cuerpos.
Lo demás fueron espejismos, hasta nuestros propios besos.
Daanroo
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