¡Disfruta...!

Disfruta...!


La noche va siendo más larga que nunca, lo sabes bien, el viento podrá acariciar tu rostro, y el rostro podrá irse formando de minúsculas gotas de rocio conforme se vaya acercando la madrugada.

Pero al irte en ese viaje incesante que no dejas de provocarte tu mismo, con tus mentiras, no solo logras acabar con mi paciencia, sino con la verdadera realidad que se forma entre tu realidad y mi agonía.

¡Te llamaras hombre...! te llamaras hombre cada día, pero tu valía será la misma que una piedra deforme que ha rodado cuesta abajo sin dejar señal alguna.

¡No, no temas, no intento socabar esos " dizque principios" que llavas encima, pero llamarme guarra, no evitará que me desees, y que yo me oculte a este sentir como si no existieras.!

La culpa es tuya, como mujer ya no me sirves, ni me sirves en la misma medida que antes me servías, ahora mismo prefiero ser esa guarra presuntuosa que tu misma provocas, a seguir ahí metida, entre tus sabanas llenas de labia, pero frías.

¡Llámame guarra, llámame como más te plazca...! a partir de hoy, yo solo llevo en la mente que alguna vez me arrepentí de decir que te quería.

¡Llámame, llámame como te plazca, pero en tus noches de soledad, después de tomar a cualqueira, recuerda que hubo una mujer en tus brazos, y esa misma mujer se sintió libre, cuando te perdiera.!

¡Llámame amor, llámame guarra... porque guarra soy en brazos de otro, que lo mismo me llama Daanroo, que Zulema...!

¡Llámame amor, llámame como te plazca, que yo seré lo que tu quieras, si luego a cambio, me dejas en la libertad de mi propia conciencia.!

Daanroo

Lombrices

Lombrices.

- ¡ Cuadrate escuincle...!
- Pero mamá la mano de la Tía Emilia está llena de bichos.
- ¡ Cuadrate, no vas a dejar de saludar a tu tía solo porque lleva encima una pequeña lombriz!
- No tengas miedo pequeño, la lombriz es un bichito tranquilo, que no le hace daño a los niños.
- ¿ Vas a matarlo, Tía Emilia?
- No Maurilio, esta pequeña lombriz nos servirá para que tu papá, y tu Tio Ernesto, te lleven de pesca esta tarde, a los pescaditos les gusta comer lombricitas.
- ¡ Guacala...! , ¡Papá, papá, Tía Emilia va a darle de comer a los pescados una lombriz!, ¡ Dile que no, papá, luego el pescadito va a saber a guacala, y no se va a poder comer.!
- Ja ja ja aj

Daanroo

Soy tu conciencia.

Se acerca la noche tan cerca que temo de ti.

Sé que te hiero al ser la libertad que muchas veces me guardo;

sé que lastimo sea seguridad tan tuya

al poner como reja una palabra de tres letras.

Tom, Tom, Tom, es como si mencionarte así,

buscase la seguridad de un silencio siempre grato,

pero a la vez tan solitario como tú mismo.

Tom, Tom, Tom, si la seguridad de un pensamiento no fuera tan frío;

si no fuera tan ilusiorio, tan sentido, tan pensado

podría alguna vez pensar que enamorarme es la sonrisa.

¡No me busques de esa forma Tom,! ¡ no me busques...!

la verdad es que yo soy lo que vez, una mentira,

una que miente al sonreir, por llevar por dentro la tristeza,

una que miente al ir valiente, cuando el miedo ronda, tan cerca.

¡No me busques Tom, no de esa forma tan tuya!

mi presencia no es otra cosa que la seguridad de que existo,

como existe el grillo de una, de aquella, de esa noche perfecta.

¡No me busques, ni propages en tu piel, mis sentimientos!
no son nada sanos, llevan en la piel la tortura de un volcán,

y el sonido monótono de un grillo que canturrea.

¡No me busques así Tom, que sólo soy tu conciencia...!

¡Ay Tom, Tom, Tom!

Daanroo

Eclipse.

Eclipse fuimos tu y yo.

Así se fue haciendo en mi mente una idea preconcebida
cuando intente mirar dentro del espejos de la cocina,
vi solamente tu cuerpo y el mío sobre la mesa
tú acostado de espaldas sobre ella, tomabas mi mano
y yo sobre de ti, tomaba una a una bocanadas de aire
para mecerme a pies de tu entereza y formar un eclipse lunar.

La sombras nos hicieron tanto daño, que fue mejor parar aquel fuego
que brotaba de las entrañas de la tierra al cruzarse frente al sol.
La marejada fue tanta, que el mismo cielo se nublo de azul y gris
disterminando la soledad y el hambre en un mismo cielo.
Eclipse le llamaron los tontos, cuando vieron desde fuera nuestro encuentro,
Yo simplemente me reía por dentro, y gozaba los efectos de tu cuerpo.

Éramos uno y dos, unidos por la sombra de un deseo
y ni luna ni sol pudieron calmar las concesiones de tus besos.
Fuimos así, dos, tal vez tres si se me da la gracia de volver frío los sueños,
pero que va, esta noche, sobre nuestra mesa lo único vivo
fuimos tu y yo, y el eclipse lunar de nuestros cuerpos.
Lo demás fueron espejismos, hasta nuestros propios besos.

Daanroo

Sin ti y contigo

¡No estoy segura de las sombras de esta noche...!
siento en la piel la delicadeza de una caricia,
y el beso exquisito que baja por entre mi ropa
hace circular el aire por entre los poros de mi cuerpo.

¡No estoy segura de nada, el silencio es agobiante!
pero en la plenitud de mi cuerpo, siento tus brazos;
tu aliento recorre lentamente mis manos
para probar uno a uno que mis dedos también son humanos.

¡No estoy segura del aire, ni del silencio.!
ni voy añorando de ti, lo tierno de tu cuerpo,
¡Temo verte, añorarte, por eso guardo sin ojos.!

¡No, no estoy segura de vivir despierta estos efectos!
ni mis manos tiemblan, ni mi voz te busca
yo simplemente siento la blanda cálidez de tu presencia.

¡Ay amor, no estás conmigo y sin embargo, como tiemblo...!

Daanroo