6/11/2007

Quieta




¿Debe convencerme de quedarme quieta?


¡Quieta, quietecita, quieta!


Dígame, ¿qué es lo que intenta?




Dígame, ¿qué tan quieta, debo quedarme?


Quieta como el gallo, que al oído cacarea


¡o cómo el planeo del columpio en primavera?




Dígame, ¿qué tan quieta, debo quedarme?


Quieta cómo agitación de la hoja cuando cae


¿Cómo dulce vaivén de la sombra en la salmuera?




Quieta, ¿qué tan quieta, debería quedarme?


Quieta como piélago agitado en su franqueza;


¿Cómo simún que arrasa su nombre a mi maleza?




Quieta, ¿porqué debería quedarme, quieta?


si las olas de la mar se mecen siempre eternas


si tu sal, es mi sal y tu arena, mis arenas.




Pero hombre bendito, ¿me dice usted, quieta?


¡No puedo quedarme quieta!


yo soy, mi propia tormenta.





Daanroo

1/17/2007

Entre las sombras del siempre.







Esta noche cuando intentes tomar de mí la ternura sosegada de una mujer enamorada, será mejor que lo pienses dos veces.
Esta noche te deseo abruptamente caprichoso por mi cuerpo, rozando mi espalda con la profundidad de tus dientes, salpicando de huellas mi piel, mis caderas, mis piernas, mi vientre...

Tal vez esta noche no deberías desear ser el eterno enamorado que pacientemente refleja su ternura en las caricias y perfumes de su amada, sino asirla fuertemente de las caderas y permitirle cabalgar intensamente hasta sofocar tiempo, espacio y soledad con un gemido que alcance la estrella donde vive Dios Padre.

Tal vez, esta noche, caminar entre la oscuridad y ver el brillo de mis ojos, no sea tan aconsejable, podrías encontrarte en ellos, ese volcán en erupción que aún no lanza su fuerza poderosa para reclamar al hombre su existencia ante la madre naturaleza.
Tal vez, podrías sentir que mi piel es tu piel, pero entonces, tendrán que salirte en las manos espinas para someter mis pensamientos de las más bajas locuras, porque quiero tomar de ti, el agua que mitigue esta sed absurda de amarte desde la distancia del siempre.
Tal vez mi calor y el aire, no sean entonces suficientes para decirte que te amo y soy tu esclava y tu mujer desde antes de los tiempos del Señor; por que te engañarían profusamente, como te engañan mis labios cuando te besan tiernamente sabiendo que en el fondo, conoces la manera de hacerme explorar las selvas y las infinidades de los abismos para buscarte y tomarte, porque mío eres y no tengo complejos de decirlo en silencio o gritarlo con gemidos ante el mundo.

Tal vez, esta noche, deba ser tu intento, un intento reciproco de amor y sexo compartido, porque eso deseo de ti desde el momento mismo en que supe que te amo y se convirtió mi dolor y mi tristeza en la sonrisa eterna de un siempre.

Tal vez amor, esta noche no sea noche, sino la sombra producida entre tu cuerpo y el mío al galopar presurosos entre la resistencia del viento y la infinita suavidad
de tus latidos y los míos.

¡Quién sabe, todo puede suceder cuando cierras los ojos y reposas tu cuerpo en la frialdad de una cama minúscula y compartida a la par de unos ojos que velan tu sueño y beben tu cuerpo, cuando estas dormido!

¡Anda mejor deja de soñar que soy debilidad de tu carne y admite que me deseas, con la misma intensidad que yo deseo consumirme entre lo salvaje de tú fuego!

¡Anda ven amor, que te espero...!

Daanroo